La letra y su técnica

  

Por lo pronto quien se aprende la letra de su personaje sin aprenderse el resto del libreto tendrá como resultado seria fallas de continuidad en la interrelación con el otro actor y su texto, actualmente muchos actores jóvenes lo hacen hay teatristas que en un comienzo jamás habían leído un libro, pero gracias al teatro no solo han leído varios si no también hasta los han memorizado en forma completa con sus puntos y comas y algunos sin técnica. 

  

TÉCNICAS

  

Cada actor tiene una forma distinta de memorizar. Una forma es que , al costado del texto de los libretos se anoten en poquísimas palabras la intención propuesta en cada bloque , luego en cada línea de texto, ya sea del que la lee o del otro, se sintetiza nada mas que  con una sola palabra. De esa manera es  más fácil memorizar todo el libreto. Hay otros que graban en casete la lectura de reconocimiento del texto que hacen los grupos, antes del primer ensayo y tras un constante repetir la grabación, queda en el cerebro. 

Otros marcan su texto con tinta trasparente y repiten su texto como loros sin tener en cuenta lo que debe decir el otro, y solo esperan a que el otro se calle la boca para tirar su texto. Actualmente los grupos mas desarrollados aplican la técnica de ensayar en base a las intenciones en los bloques diferenciados en el texto, sin que los actores estudien la letra , de esta manera terminan casi sin saberlo, diciendo la letra del texto, eso sucede aproximadamente a casi 1 mes y medio después del primer ensayo. 

 

DE LA EDAD DE LAS CAVERNAS

   

Los que tienen experiencia utilizan manejo de la letra de un modo parecido en donde la letra tiene que aparecer sola, pero hay que saber hacer eso. Cada vez que voy  a un pueblo o una ciudad siempre me meto en algún teatro o centro cultural y hablo con los actores o directores y hasta también pido presenciar alguna clase. He notado que hay muchos directores que se la dan de progre y dicen que la letra tiene que salir sola, pero no hacen nada al respecto a mi me ha tocado en alguno oportunidad alguno de ellos. Es muy fácil decirlo pero hay muchos actores que no lo entienden y menos aun cuando sobre el final el director solicita saber la letra al dedillo sin haberles dado ni técnica ni ejercitación de trabajo sobre la letra .Hay otros directores que solo les importa que actor diga la letra como loro porque para ellos la letra es palabra de Dios También hay grupos que dicen la letra no solo en los ensayos si no también en las funciones propiamente dichas ,utilizando el sistema televisivo, es decir con un apuntador en forma constante.

 

A FALTA DE LETRA 

 

 La juventud tiene poco vocabulario para entender y /o entenderse , a veces me cuesta explicarles lo que significa "concentración" y "relajación" si les hablo de tus palabra que mencionas en el ultimo foro tales como, proceso interno ,asociación sensorial ,transcurso dramático, es como si les hablara en chino básico . Tengo que optar por el ejemplo de la acción. 

 

 


EL TEXTO QUE ACUDE SOLO

  

Carlos Ianni prestigioso teatrista, que dirige y  brega por el teatro latinoamericano a través del foro del Celcit cuenta su experiencia de trabajo con los actores. Según su metodología con la que conduce a los actores (ergo, a los talleristas ídem la palabra es la consecuencia natural y lógica de la acción que llevan a cabo. Si tienen claras las acciones a realizar, el texto acude solo, sin mayores dificultades. 

 

NO IMPORTA LA TECNICA

 

 Luis Rivera López  dice que el tema texto  Es cosa de segundo año de aprendizaje y es algo fundamental que constantemente olvidado es por muchos directores, lo que produce muchas veces espectáculos con fallas técnicas graves. En la medida que lo que queda memorizado es el proceso interno del personaje, el pensamiento y la asociación sensorial del transcurso dramático, el texto es tan importante de ser memorizado como el tomar el café con la mano derecha o sentarme a la mesa en la silla de la izquierda. Realmente la técnica de memorización es algo tan superficial al hecho teatral como individual y es absolutamente indistinto cómo se haga. Lo importante es qué se haga después con él.

 

UNA FORMA DE PROCESO

   

 Laura Quagliozzi No puede creer que algunos actores sigan con la historia de saber solo su parte y piensa que los que lo hacen  no son actores o están en camino a serlo pero en su camino no encuentra buenos maestros/directores. Dice que Eso es inconcebible para la escena, para el teatro, eso no es teatro, es como que hoy le dijeran que todavía trabajan con apuntador entre patas. Es partidaria en pensar que no hay, para el actor, una técnica única, universal o mejor para ese trabajo de consolidar un personaje, dado que a cada persona le servirá mejor una técnica que otra. Es por ello que admira tanto el trabajo del director, puesto que no solo tiene que llevar a escena la obra, sino que además debe consolidar y unificar esas técnicas diferentes de cada uno de los actores y encontrar una común a todos ellos y que encima también exprese lo ese director quiere. Ella acepta que un actor aprenda el libreto de memoria pero no que solo se aprenda lo que el deba decir. En su grupo  hace tiempo que implementan la idea de solo estudiar  las situaciones, el espíritu del texto, analizan los quiero de los personajes, el orden de las escenas, y todo esto mechado simultáneamente con ejercicios de incorporación del personaje; luego  el director los hace subir al escenario  y comienza  la obra. Y todo fluye, sobre todo el texto. Una vez que tienen armado, lo que el llama el cuentito (es decir el texto espectacular) machacan el personaje, hilando fino. Sólo un tiempito antes del estreno vuelve a leer el texto y tratan de respetar algunas cosas que en el proceso quedaron olvidadas y que son bellas. , esto no significa que debe dejarse de lado el texto, al autor. Hay que estudiar el texto, pero de otra manera, el texto es necesario para contar la historia, a no ser que se tenga toda la intención de hacer una creación colectiva o versión libre.

 

TECNICA O NO TECNICA ESA ES LA CUESTION

  

Paula López Macché se pregunta cual es su técnica  y tiene dudas de saber si lo que hace es una técnica como así también si eso es un estado de   irresponsabilidad , porque aduce que la letra siempre me “sale sola” (después de algunos ensayos, claro). Recuerda que su director dice siempre que hay que tener incorporada la acción tanto en la mente como en el espíritu, porque así el actor nunca se va a olvidar la letra. Esto es ideal para los actores que tienen memoria pésima, esto de saber “lo que tiene que hacer” le sirve mucho, incluso para  interpretar monólogos. De esto se disparan muchas otras preguntas. ¿Hay que enaltecer o desacralizar el papel del texto, o es bueno, como en la mayoría de los casos, mantener un “justo medio”?

 

PROCESOS MODERNOS

  

Normalmente el actor se encuentra por primera vez con un texto teatral cuando el director o productor le propone el papel y espera a que el actor acepte. Muchos actores reiteradas veces cuando les gusta el papel lo primero que dicen es "Apenas lo Leí quede fascinado/a”.

Y en muchos casos, es la verdad, y ese primer encuentro tal como el primer amor, casi siempre resulta inolvidable. Internamente quedan palabras muy retenidas en la mente. Es porque se produce una luna de miel entre el texto y el actor donde todo es maravilloso, hasta que comienzan los ensayos.

El proceso siguiente es mas discutido y mas variado.  Algunos directores se sientan en una mesa o sobre el escenario con sus actores .Cada uno lee el texto,  para el reconocimiento o relación de  su personaje con el resto de los personajes en  la obra. En algunos casos el director aprovecha ese momento para explicar al actor detalles sobre la forma de expresarlo, timbre de voz o crea una imagen de la puesta para que el actor se ubique. Muchos actores dicen que este tipo de procesos debería repetirse cada 3 o cuatro ensayos porque creen que es una buena forma de retener la letra. Pero los directores que aplican procesos "modernos" piensan que con una sola vez que se haga este proceso, es suficiente, y el resto tiene aparecer a partir del juego teatral o con  los trabajos actorales que el director debe hacer con el grupo .Hay otros que directamente eliminan ese proceso de la primera lectura en grupo.

En la mayoría de los casos, a los actores se les pedimos que no lean el texto, al proponerles la obra se los entusiasma contándoles una sinopsis del tema  agregando la visión de la puesta. Luego de jugar reiteradas veces para buscar el personaje durante un mes de ensayos, se continúa  luego con "improvisaciones dirigidas" hacia lo que el texto dice, se divide el texto en varios bloques y se trabaja sobre cada bloque. Este segundo proceso finaliza a los 60 días aproximadamente cuando los actores toman por primera vez los libretos y se dan cuenta que el texto no difiere mucho de lo que ellos improvisaron según las  premisas de la dirección.

 

RESPETAR LA LETRA O NO RESPETAR ESA ES LA CUESTIÓN

  

Uno de los dilemas con los que se encuentra un director es sobre si respetar o no la letra. De César Brie de Bolivia prefiere no  respetar los textos. Aun habiendo otras propuestas  cambia algunos textos con gratitud porque considera que Escribir es hermoso. El teatro vive en la escena y el texto es parte de ese proceso, y por lo tanto puede cambiarse. Todo procedimiento puede ser válido a la luz de lo que sale al final. Brie confiesa haber  visto obras "respetadas " en sus textos,  y ser puestas en escena lamentables y otras "respetadas" que terminaron siendo maravillosas. Pero también ha visto obras "no respetadas" ser lamentables y otras "no respetadas" extraordinarias. El procedimiento no garantiza el resultado. Lo garantiza el talento la sensibilidad y el trabajo que se realizan. De todos modos hoy respetar al autor es  también pagarle sus derechos, comunicarse con él, agradecerle su participación y su trabajo.

Alejandro Sáenz de San Fernando, Buenos Aires, Argentina,  muchas veces ha discutido el tema sobre el texto a representar.  Considera que un autor estuvo mucho tiempo pensando una palabra que en cinco segundos se borra de un plumazo, no merece tal afrenta. Y si el autor está vivo y es accesible, contarle y consultarlo Por otra parte no se debe  estar en contra de la propiedad privada de los medios de producción y a favor de la propiedad intelectual. 

 

LA MUSICALIDAD DEL TEXTO 

  

 José Ignacio Serralunga de Santa Fe, Argentina ha  leído opiniones de autores y ha tocado el tema con colegas, descubriendo una amplia -no excluyente pero sí importante - coincidencia en el aprecio que se siente por la musicalidad, el ritmo, la sonoridad de las palabras con que se escribe una obra. Es común -que sobre un texto escrito- que el actor encuentre palabras más afines a su sentir, más comunes a su modo de expresión habitual, y que haga fuerza para amoldar el texto original a su propio decir que al del autor. En esos casos -y dando por sentado que no se altere el sentido de la obra- el autor sufre más la pérdida del sentido musical del texto que otra cosa. Advierte que también puede haber otras formas de modificación del texto sin necesidad de modificar la palabra y que puede estar dada a través de la  intención, el tono, el significado de cada palabra u oración y las imágenes que para cada uno puedan despertar

 

EL RESPETO A LA CREACION 

   

Ana Magnabosco de Montevideo, Uruguay) considera que como autora teatral  EL TEXTO PUEDE CAMBIARSE, el autor es sólo una de las piezas del equipo que conforma una puesta teatral. Digamos que es el punto de partida. Incluso los clásicos como Lorca pueden cambiarse. El asunto radica en un tema de RESPETO, palabra ésta como en desuso en estos tiempos. Por ejemplo, si el texto de Lorca ha registrado CAMBIOS que hacen a la puesta o a la nueva lectura que hace de el un grupo, esto debería constar sí o sí en el programa. Creo que lo mismo debe suceder cuando el autor es un contemporáneo y más cuando está tan a mano, como en la actualidad con los medios electrónicos. A veces el autor vive en el mismo país o en la misma ciudad y ni se entera que están "usando" su texto. En su  Taller de Dramaturgia, Magnabosco propone a los nuevos escritores una actitud ABIERTA del autor, con respecto a las propuestas del resto del "equipo" teatral. En ocasiones pasa que faltando ese ingrediente del RESPETO sobre la CREACION intelectual ajena, se compite por enmendarle la plana la autor y se termina traicionando la obra. En otras, el autor percibe que el director o los actores quieren decir o hacer otra cosa. Hubo casos que ante el planteamiento de infinitos cambios han contestado: ¿por qué no la escribís vos? En síntesis: cada texto como UNIDAD de ARTE, respira un aire propio, con el sello de un creador. Se pueden cambiar palabras, cortar, suprimir, etc. pero nunca al punto de cambiarle el alma. Esta falta de valores, que no debería darse entre ARTISTAS, ha llevado a que muchos colegas teman volcar sus obras a bibliotecas electrónicas o darlas por este medio. Se han constado casos en que se le cambia el título a una obra (a veces ni siquiera el nombre de los personajes) y se apropian de ese texto para quedarse con los derechos de autor. Y esto ya es ROBAR, sin atenuantes. 

 

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