La Técnica de Alexander

Introducción a la Técnica Alexander.   

A menudo somos ignorantes a los hábitos que nos provoca el stress y cómo interfiere con nuestras habilidades de responder efectivamente a los estímulos en nuestra vida diaria. ¿Cómo podemos cambiar nuestros hábitos de manera que podamos responder más efectivamente y lograr un mejor funcionamiento? Este problema fundamental esta dirijido y tratado con la Técnica Alexander, un método que viene siendo reconocido desde hace 100 años como una notable y única técnica efectiva de reeducación del cuerpo y la mente.


 

f. matthias alexander
f. matthias alexander

 

Breve historia. 

F. Mathias Alexander (1869 - 1955) fue un profesor y actor Australiano. Originalmente desarrolló la Técnica Alexander como un método de entrenamiento vocal para cantantes y actores en 1890. Mientras Alexander estaba desarrollando su método de entrenamiento de voz, cayó en la cuenta que la base para todo éxito de una educación vocal era un funcionamiento eficiente y natural del mecanismo respiratorio. De tal modo que, en el adiestramiento de voz, Alexander se centró sobre todo en ayudar los mecanismos de respiración para que funcionen más efectivamente. Puesto que a su enfoque de "re-educación" de los mecanismos de la respiración, algunos de los alumnos de Alexander, que habían ido con él para un entrenamiento vocal, notaron que sus dificultades respiratorias también mejoraron. estas mejoras fueron reconocidas por doctores en medicina quiénes comenzaron a enviar a sus pacientes con dolencias respiratorias a visitar a Alexander por su ayuda. De esta forma, F. M. la Técnica de Alexander de entrenamiento vocal se desarrollo hacia un técnica que él denominó "respiratory re-education" ("Re-educación respiratoria").

Alexander también ha descubierto que la respiración y la vocalización forman parte de cómo el cuerpo funciona de manera integral. La respiración habitual y los patrones vocales son una parte frecuente de patrones de coordinación general. De hecho, muchas dolencias que vemos involucradas en forma localizada en el cuerpo, por ejemplo: dolor en la parte baja de la espalda y "RSI", son a menudo síntomas de extensos patrones rutinarios de una mala coordinación.

   

Así es como la gente ha fundado la Técnica "vocal" de Alexander que les ayudó con sus problemas de respiración, así un número de sus estudiantes hallaron que su método de re-educación respiratoria les ayudaba con otras dificultades físicas. Básicamente, Alexander ha desarrollado un método para saber cómo conscientemente cambiar los malos hábitos de coordinación (Coordinación, incluye movimientos, posturas y respiración.). Ha comprendido que la mente y el cuerpo funcionan como una entidad unificada, esto era mas bien una rara comprensión para sus tiempos. Alexander halló que las costumbres, sean hábitos "físicos" o hábitos "mentales", son psicofísicos por naturaleza. 

   

Observó cómo creemos acerca que nuestras actividades determinan cómo nos coordinamos para hacer esas actividades, e, igualmente, de cómo hábitos excesivos de tensión y una coordinación ineficiente afectan cómo nos sentimos y pensamos. En un corto período de tiempo, Alexander desarrolló su técnica desde un método de entrenamiento vocal a un método de re-educación respiratoria y después en una técnica comprensiva de re-educación psicofísica. Su técnica se ocupa de una coordinación psicofísica de toda la persona. o lo qué él llamó más concisamente "El uso del cuerpo".


 


Intente lo siguiente.

 

Intente respirar con la parte alta de su pecho o con la parte baja de su abdomen. Intente caminando o moviendo los brazos mientras respira en alguna de estas formas. ¿Camina, o mueve sus brazos diferentemente cuando cambia su respiración? O hace un esfuerzo consciente de cambiar la manera en que camina o la manera en que sostiene su cuello, o trate de asir fuertemente sus brazos: ¿Estos esfuerzos alteran su respiración o voz? ¿Qué hay si estos son esfuerzos corrientes -- esfuerzos qué usted hace todo el tiempo pero es inconsciente de que lo está haciendo? Habitualmente hacemos esfuerzos excesivos la mayor parte del tiempo, pero generalmente somos ignorantes de que los estamos haciendo. El stress excesivo en alguna parte del cuerpo es usualmente parte de un largo patrón de un mal hábito de coordinación.

 


Cómo los hábitos afectan nuestro funcionamiento.

  

¿Cómo los hábitos se desarrollan? Podemos ver cómo los hábitos se desarrollan observando los movimientos de un niño. Los bebes nacen con un conjunto de patrones fundamentales de coordinación "programados" en su sistema nervioso. Este patrón primario trabaja eficientemente y fácilmente con la estructura humana. 

  

Un ejemplo de esta eficiencia natural del mecanismo humano se puede ver con un bebe quién espontáneamente se sienta por sí solo. Generalmente un bebe de 12 meses se sienta naturalmente muy derecho. De hecho, es más sencillo y más natural para un bebe sentarse derecho que para un adulto típico que anda con los hombros caídos supuestamente "relajado" en un patrón movimiento/postural. A medida que el niño crece, usualmente comienza a imitar manías de aquellos que lo rodean, como los padres, sus allegados, y maestros. Estas "imitaciones" usualmente se vuelven permanentes y el niño probablemente perderá toda consciencia de lo que está haciendo. 

  

El niño también puede experimentar lesiones u otras experiencias incómodas que lo llevan a fijar hábitos ineficientes. Estos hábitos pueden volverse constantes interfiriendo con su fundamental y natural coordinación. Estas posturas pueden interferir y afectar en su desarrollo muscular, incluyendo el desarrollo de excesiva tensión, cómo se mueve, cómo respira, y cómo su postura y alineamiento se desarrolla. Más importante aún, los sentidos de los movimientos (sentido quinestético) y balance del niño (y adulto) pueden volverse sesgados por confiarse en largos plazos; hábitos permanentes. Estos sentidos no son capaces de funcionar como guías confiables para una coordinación eficiente. 

  

Aunque el niño o adulto eventualmente podría sentir que algo malo con sus movimientos, postura, u otros aspectos de su funcionamiento, sus sentidos implican en coordinación se vuelven tan alterados por sus hábitos que encuentra que no puede confiar en esos sentidos cuando trata de hacer cambios en su mejora. Al seguir interfiriendo con sus hábitos puede ir causando en él un constante stress pero el niño o el adulto encuentra dificultad para "parar" sus hábitos, se siente familiar y "bien" con ellos.

   

Los hábitos mal adoptados alteran nuestra retroalimentación sensorial general. Alteran nuestras percepciones sobre qué es sentirse "bien". Estas percepciones alteradas y sentimientos concurrentes afectan todos lo que hacemos lo cuál involucra nuestra coordinación. Y todas las actividades, tanto "física" o "mental", involucran coordinación, o la manera en que hacemos uso de nosotros.

 


Aprendiendo la Técnica Alexander.

 

Lo que se aprende con las lecciones sobre la técnica de Alexander es un método único y práctico para detener y cambiar hábitos. Este proceso de aprendizaje permite al sentido de coordinación de cada uno retomar su "perspectiva" natural. El instructor que enseña la Técnica de Alexander hace hacer al estudiante movimientos básicos mientras lo guía suavemente con las manos. Con esta guía, el estudiante experimenta una coordinación más natural y fácil, sin la injerencia continua de los hábitos. La repetición de esta experiencia de movimiento natural y fundamental estimula a los mecanismos internos de coordinación para que se tornen más certeros. Esto desarrolla su habilidad para elegir respuestas a los estímulos, más coordinadas y no tan estresantes. El estudiante es capaz de cambiar hábitos de larga data.

La Técnica de Alexander no consiste en ejercicios, prácticas ni psicoterapia, tampoco en técnicas espirituales de curación. Es también distinta a las manipulaciones del trabajo corporal. En lugar de considerar al cuerpo como un conjunto de "partes" separadas a "trabajar" individualmente, un instructor bien capacitado observa los patrones de coordinación en conjunto, que incluyen patrones de tensión y posturales, cómo piensa un estudiante sobre el movimiento y el movimiento activo en si mismo.

  

Beneficios

  

Este procedimiento de aprendizaje puede tener muchos beneficios, incluyendo movimientos más fáciles, mejor alineación, respiración más natural y, lo que es más importante, el desarrollo de habilidades para tratar los hábitos sobre una base general. La mejora fundamental en la confiabilidad de la información de apreciación sensorial que se produce con las lecciones con Técnica de Alexander puede tener efectos significativos y positivos en una amplia variedad de conductas y habilidades, incluyendo la habilidad para aprender.

Esta técnica puede ser de mucha ayuda para personas que padecen de dolores crónicos, estrés excesivo o heridas. Se utiliza también con los actores, para mejorar técnicas de actuación. Algunas universidades y conservatorios han incorporado la Técnica de Alexander en sus programas regulares. John Dewey, filósofo americano, estudió la técnica durante 35 años y expresó su fuerte deseo para que la técnica de Alexander sea incorporada al sistema educativo. Charles Sherrington, premio Nobel de fisiología, declaró sobre el trabajo de Alexander "El Sr. Alexander ha brindado un servicio al hombre al tratar insistentemente cada acto como involucrando al individuo integrado en conjunto, la totalidad del hombre psicofísico".

  

Lecciones

  

Las lecciones son dadas individualmente. Las clases individuales proporcionan al estudiante la oportunidad de realizar cambios profundos y duraderos así como la de desarrollar habilidades substanciales en el cambio de hábitos. Las clases y los seminarios pueden servir como una introducción a la técnica. F.M. Alexander enseñó y recomendó clases individuales.

  

Entrenamiento de los instructores

  

Hay una gran variedad de programas de entrenamiento basados en distintas interpretaciones de la técnica. Hace 60 años F.M. Alexander estableció criterios Standard para el entrenamiento de los instructores. Los instructores calificados en la Técnica de Alexander completan 1200-1600 horas de entrenamiento (diariamente durante tres años).

 

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