LA PALABRA MIER...

Escrito por Carla de Oyarbide.

Existe un sinfín de frases y dichos populares que se repiten una y otra vez pero que casi con seguridad uno no sabe bien de dónde surgieron.

Lo mismo sucede en ciertas costumbres y otra serie de “se debe” y “no se debe” hacer tal cual cosa, o “se debe” y “no se debe” actuar de tal modo.

El mundo teatral, no es la excepción a esta regla y qué ambiente más rico para la proliferación de estas costumbres, dichos y juergas.

De los dichos más utilizados en el teatro hay uno muy común en España y en otros países de habla hispana, que al decirla es una expresión de buenos deseos.

Hay quienes dicen que es grosero, que es muy vulgar y hay quienes al contrario les parece gracioso hasta cariñoso.

Me refiero a la conocida frase de “mucha mier…”, la cual no significa más que un deseo de suerte en el ámbito teatral. Al parecer, desear y pronunciar literalmente “buena suerte” (será cuestión de creencias, obvio o de supersticiones) en el mundo teatral sería más bien todo lo contrario, un augurio nefasto y para nada Fausto.

Existen dos versiones principales sobre el origen de esta frase, o mejor dicho sobre la costumbre de enunciarla como sinónimo de buenos deseos o de deseos de éxito.

La primera sostiene que allá por finales del siglo XVI, sólo las personas de las clases altas podían concurrir al teatro o al corral de comedias, y como ejemplares del estrato social al cual pertenecían lo hacían es sus carros tirados por caballos. Ahora bien, imaginemos por un momento qué sucede si en un lugar a cielo descubierto (menos mal) juntamos una gran cantidad de caballos a la entrada, se acumularía también una gran cantidad de las heces de estos animales.

Es decir que cuanto más “mier…” hubiese en el lugar, más gente y por ende más éxito para la obra allí representada.

Hay otra segunda versión que también proviene de la época pero que alude a la calidad de nómades que tenían aquellas compañías más populares de teatro, se movilizaban en carromatos y hacían escala en distintos pueblos, si al llegar a la entrada de uno de ellos en particular veían una gran cantidad de estiércol esto significaba que allí había una gran feria, mercado o similar donde poder hacer su espectáculo y luego irse en busca de otro pueblo en el cual presentarse.

También puede haber otra explicación más sencilla y de orden lingüístico, probablemente sólo provenga de la costumbre francesa de decir “merde” como expresión de éxitos.

En lo personal, me parece muy probable que esta costumbre haya quedado como una herencia de los corralones de comedias del siglo de oro español como también provenir de la costumbre francesa de pronunciar merde, o a lo mejor sea una conjunción de ambas.

Con respecto a la discusión de si es correcta o no, de buen o mal gusto; creo que cualquier termino que se utilice, vale más la intención sin que se lo haga que el significado sí mismo.

Además, en el ámbito teatral es sólo otra de las tantas costumbres y casi con toda seguridad que ningún actor se va a ofender si antes de salir al escenario, antes de un estreno, un amigo o familiar le dice ¡Mucha Mier…!

 


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